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¿Y si no estamos de acuerdo?
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¿Y si no estamos de acuerdo?

Cómo afrontar los desacuerdos en el Matrimonio

Hola, les envío aquí esta conferencia inédita titulada: ¿Y si no estamos de acuerdo?

Pueden escucharla haciendo click en la cabecera de este envío.

A continuación también les incluyo un resumen de la exposición.

Introducción

Las diferencias en una relación son inevitables. En el contexto del matrimonio, estas diferencias pueden ser un desafío, pero también una oportunidad para crecer y fortalecer la relación. A continuación, exploraremos cómo manejar desacuerdos de manera efectiva, utilizando la comunicación, el entendimiento y el amor como herramientas clave.

A. La importancia de la comunicación

La comunicación es fundamental en cualquier relación. Sin ella, es imposible conocerse verdaderamente, y como dice el dicho, "nadie ama lo que no conoce".

En un matrimonio es crucial esforzarse por entender y ser entendidos.

Los matrimonios enfrentan desafíos de comunicación debido a las diferencias en educación, sensibilidades y formas de pensar. Las discusiones no deben ser vistas como peleas donde uno gana y el otro pierde. En cambio, deben ser oportunidades para encontrar soluciones donde ambos puedan salir victoriosos.

B. Enfrentando el conflicto

Cuando surge un conflicto, hay tres maneras comunes de reaccionar: encerrarse, ignorar el problema o afrontarlo juntos. Las dos primeras opciones pueden llevar a resentimientos y conflictos más serios, mientras que la última opción puede fortalecer la relación.

1. Encerrarse

Cuando una persona se encierra, se distancia emocionalmente, lo que puede generar un resentimiento profundo. Ignorar el problema no lo soluciona; solo lo agrava. Es como esperar a que un dolor dental se cure solo, cuando en realidad, puede empeorar si no se trata.

2. Ignorar el problema

Decir "todo está bien" cuando en realidad hay problemas no ayuda. Es esencial reconocer que los problemas existen y abordarlos antes de que se conviertan en algo más grande. La negación solo lleva a la acumulación de problemas no resueltos.

3. Afrontarlo juntos

La mejor manera de manejar un conflicto es hacerlo juntos. Esto no solo fortalece la relación, sino que también crea un ambiente de paz y generosidad. Afrontar los problemas juntos es una promesa que se hacen como pareja, de estar juntos en las buenas y en las malas.

C. Actitudes previas para una buena comunicación

Antes de abordar un conflicto, hay actitudes que pueden facilitar una mejor comunicación:

  • Apertura a la gracia de Dios: Comenzar cualquier discusión con una mentalidad abierta y dispuesta a la intervención divina.

  • Responsabilidad compartida: Ambos cónyuges deben reconocer que son igualmente responsables de la relación.

  • Madurez: Buscar el bien mayor en lugar de la solución perfecta.

  • Comunicación asertiva: Expresar los sentimientos y preocupaciones sin miedo.

  • Comprensión: Escuchar antes de intentar ser comprendido.

  • Espíritu constructivo: Enfocarse en soluciones y no en problemas.

D. Pasos para abordar un conflicto

Para abordar un desacuerdo de manera efectiva, sigue estos pasos:

  1. Identificar el problema: Asegúrate de que ambos entienden de qué se trata realmente el conflicto.

  2. Buscar el momento adecuado: Escoge un momento y lugar donde ambos se sientan cómodos para hablar.

  3. Exponer argumentos: Cada uno debe tener la oportunidad de expresar su punto de vista sin interrupciones.

  4. Escuchar activamente: Prestar atención a lo que el otro dice sin estar pensando en la respuesta.

  5. Evitar generalizaciones: No usar palabras como "siempre" o "nunca", ya que son poco precisas y pueden generar más conflicto.

  6. Hacer pausas si es necesario: Si la discusión se calienta, es mejor tomar un respiro y retomar la conversación más tarde.

  7. Resolver el conflicto: Buscar una solución que funcione para ambos. Si no se llega a un acuerdo, no duden en volver a discutir el tema más adelante. Pídanle mucho a Dios la gracia de poder lograrlo.

Al final de la discusión, es esencial sellar el acuerdo con un gesto de amor, ya sea un abrazo o un beso. Esto no solo cierra el conflicto, sino que también reafirma el compromiso que tienen el uno con el otro. Mantener la comunicación abierta y el amor presente es la clave para un matrimonio duradero y feliz.

El amor, cuya fuente es Dios, debe ser el árbitro en las discusiones. Cuando Dios es el centro, las discusiones pueden fluir de manera más positiva. Recordar el compromiso que hicieron el día de su boda puede ayudar a mantener el enfoque en la solución y no en el problema.

Conclusión

Los desacuerdos son una parte natural de cualquier relación. Lo importante es cómo se manejan. Al enfocarse en la comunicación, la comprensión y el amor, las parejas pueden enfrentar los conflictos con madurez y crecer juntos. Recuerden, cada discusión es una oportunidad para profundizar su conexión y fortalecer su matrimonio.

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